Gracias Por Estar Ahí...

Cuan vacía estaba mi vida hasta que te encontré,

yo silenciosa, triste, perdida en una oscura noche;

pero entonces los luceros empezaron a brillar

y un resplandeciente camino se abrió paso ante mí.

Apareciste causando un temblor en mi alma

llenando de sonidos aquello que permanecía callado

desgarrando el manto que a mi corazón cubría

y encendiendo con sonrisas lo que antes fue pesar.

Entonces, un dulce tintineo llamó mi atención

cual ángel descendido de la cúspide del cielo

viniste a mí para enseñarme a querer

para recordarme que era bueno volver a confiar.

Y fue cuando desperté y vi que todo era un sueño

pero ya todo se tornó distinto para mí,

con la paz que por fin en mi interior descubrí

consiguió que todo tuviera sentido gracias a ti.