Es hora de dormir y no estás,
no te siento hace días,
no sé dónde estás
ni cómo andarás.
Son momentos de soñar,
de soñar que estás aquí
que permaneces a mi lado
que como yo a ti, nunca me olvidas.
Son tiempos de descansar,
momentos para pensar,
a veces tan cerca y otras tan distante
a veces sólo una sombra más.
De qué sirve llorar, me pregunto,
sólo para aliviar esta angustia
y para aguantar esta pena
que esta noche mi corazón llena.
si llorar no sirviera para nada la Naturaleza (o Dios) no nos habría dotado con semejante arma de construcción masiva, el llanto
ResponderEliminarsaludos desde el maestrazgomagico.blogspot.com
RAUL
Muchas gracias por pasarte a comentar por mi blog. La verdad es que sí que tiene su función, reír de felicidad muestra que esta es aún mayor de la normal.
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