17 de enero de 2005

Mil palabras suelto al viento que nadie puede oír

Mil palabras suelto al viento

que nadie puede oír ni escuchar;

palabras de sentimientos puros

que el propio mar se llevó.

Sentada en mi solitaria cama

oculto muy triste mi pesar,

la pena me angustia y hiere

y mi amor no lo puede evitar.

¿Por qué no llorar por tí?

¿Por qué seguir sufriendo así?

¿De qué sirve amarte,

si no puedo estar contigo?

Mil palabras suelto al viento

para decirte lo que siento,

espero que algún día las recibas

y juntos podamos volar.

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