20 de octubre de 2001

Mirando por la ventana veo un triste paisaje

Te pido que entiendas mis palabras

te aseguro que no quise herirte,

eran malos momentos

en los que, yo, sola, me encontraba.

Aquí en el tren de vuelta, en ti pienso,

en tus manos, tu rostro, tu mirada;

y arrepentida por mis hechos

vuelvo de nuevo a torturarme.

Mirando por la ventana veo un triste paisaje

triste, por tu ausencia;

triste, por tu condena;

y triste, por mi tonta cabeza.

La tarde que en el cuarto, contigo pasé

fue, para mí mágica y de ensueño;

pero el retorno fue duro y difícil,

recordé entristecida que no podía enamorarme.

El AMOR aunque maravilloso es indomable

el corazón decide su poseedor;

la razón no ocupa lugar en su decisión

ésta, sólo sufre, enloquece y llora.

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