Sentada en una cama extraña,
vuelvo tu nombre, a pronunciar.
Al ritmo de la música,
mi corazón reposa su latir.
¿Dónde te hallarás
en mis momentos de soledad?
¿Por quién tus pensamientos hablarán?
¡Preguntas que no puedo contestar!
Ahora tumbada sobre el triste colchón
mis ojos rebosan de dolor;
¿será mi presencia la que apacigua
tus noches desdichadas de sueños?
En ti vuelvo a pensar
y en mis ojos volverá a llover;
una duda me persigue
¿compartes el amor que siento?
Ó, ¿es quizás sólo una ilusión
de la que jamás quiero despertar?
Nunca pensé que me fuera a enamorar
tu dulce forma de mirar.
Cuando menos te lo esperas
el AMOR llama a tu puerta;
te da un vuelco al corazón
liberándote de cualquier rencor.
Mi plegaria de amor es por ti,
pido: ¡que nunca me olvide, que nunca me dejes!
Guárdame en un rincón de tu corazón
donde permanezca por SIEMPRE JAMÁS.
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