Tengo que soltarte

Tengo que soltarte aunque no quiera,
tengo que soltarte porque me dueles,
tengo que soltarte aunque te vaya a extrañar,
tengo que soltarte porque no quiero dañarme.

Tengo que soltarte porque tengo mucho para darte
y, aunque sé que iba a encantarte,
no sé si estás dispuesto a recibirlo.

Tengo que soltarte porque, aunque no puedo olvidarte,
solo siento que nos he fallado
y lo único que quiero es arreglarlo.

Y si soy intensa, ¿qué?

Me gusta querer con todo el alma,
me siento viva al expresarme
y adoro mostrarme como soy
dando siempre lo mejor de mí.

Y si soy intensa, ¿qué?
Si me entrego por completo
y lo doy todo en cada instante,
¿acaso no disfrutas más nuestros encuentros
y los momentos de pasión?

Aun así no te guardo rencor

Otra vez volvemos a estar en punto muerto
y no entiendo la razón,
aun así no te guardo rencor.

De nuevo yo no hice nada
y me bloqueaste sin pensar en el daño que causabas,
aun así no te guardo rencor.

Vuelves a estar ausente,
sin dar explicaciones
y sin poder saber si esta vez volverás,
aun así no te guardo rencor.

He sentido que necesitaba contarte lo que me pasa
y no sé si querrás escucharme,
aun así no te guardo rencor.

No quiero llorarte más
y no puedo permitirme que me hagas sentir así,
aun así no te guardo rencor.

Si algún día vuelves
y decides contarme el porqué de todo
no habrá nada que perdonar
porque, aun así, no te guardo rencor.

Echo de menos lo que no me das

Echo de menos lo que me das
aunque no sea todo lo que necesito recibir de ti.

Quiero que me quieras llamar a cualquier hora
y que hablemos de todo y de nada.
Quiero que me quieras besar
y sentir el calor de mis labios con los tuyos.
Quiero que me quieras acariciar
y que esas caricias sean eternas.
Quiero que me quieras abrazar
y poder fundirnos en uno.

Deseo que me veas
como yo te veo a ti.
Deseo que me busques
aunque sepas dónde encontrarme.
Deseo que me extrañes
porque no quieras perderme.
Deseo que me quieras amar
y que nuestro amor sea infinito.

Aquí estaré cuando me necesites

Aquí estaré cuando me necesites,
porque deseo ayudarte a sanar tu dolor,
porque deseo que seas feliz
y poder volver a verte sonreír.

Permaneceré siempre cerca,
para poder ser la primera en llegar
y sentarme a tu lado a escucharte
por si, en algún momento, te apetece hablar.

Cuenta conmigo si te sientes solo
o si te hace falta un abrazo,
porque aquí estaré cuando me necesites
para no dejarte caer.

Mientras, agazapada y silenciosa en las sombras,
seguiré esperando a que decidas confiar en mí,
para poder descubrirte lo que te quiero mostrar
y para ayudarte a que, de nuevo, vuelvas a brillar.